domingo, 30 de agosto de 2009


Breve historia de mi vidaautora: Stella Díaz Varín

Comando soldados.

Y les he dicho acerca del peligrode esconder las armasbajo las ojeras.

Ellos no están de acuerdo.

Y como están todo el tiempo discutiendosiempre traen perdida la batalla.

Uno ya no puede valerse de nadie.

Yo no puedo estar en todo;

para eso pago cada gota de sangreque se derrama en el infierno.

En el invierno, debo dedicarmea oxidar uno que otro sepulcro.

Y en primavera, construyo diquesdestinados a los naufragios.

Así es, en fin…Las cuatro estaciones del añono me contemplan, sino trabajando.

Enhebro agujaspara que las viudas jóvenescierren los ojos de sus maridos,

y desperdicio minutos, atisbandoa la entrada de una flor de espliegode una simple abeja,para separarla en dos,y verla desplazarse:la cabeza hacia el sur y el abdomen hacia la cordillera.

Así escomo el día de Pascua de Resurrección me encuentra fatigada,y sin la sombra habitualque nos hace tan humanosal decir de la gente.

lunes, 24 de agosto de 2009

domingo, 23 de agosto de 2009


En la esquina del universo,
Permanece interrumpido aquel estropajo,
Fatigado y muerto,
De tal brutal experiencia,
Ahí sufre por haber sufrido,
Ya aumentado su dolor,
En esa esquina,
A retorcijones,
Flamenco sketches,
Protagoniza, y antagónicamente protagonista
Interior del humo liviano,
Venenoso,
Entendamos que;
La experiencia, el sufrimiento,
El lejano flamenco y el humo liviano
No es mas que puro veneno,
Tanto así,
Como escupo de araña,
Tanto así,
Como escupe la araña,
Indefensa y extranjera,
De ellas las hay en cada rincón,
En cada esquina,
En cada esquina hay un fogón,
Social y privado,
Solo el universo lo hace más
Privado y depravado,
Fauna miserable de los intérpretes
Depravados,
Intrépidos intérpretes depravados,
Crematorio anónimo de los intrépidos intérpretes depravados,
La condenación total de la deuda,
No de la vieja deuda,
Ni de la deuda vieja,
Si no de la vieja deuda a pagar,
En el momento más puto,
Perdón, puro,
Del abandono totalmente unido por
La conciencia, que hoy en esta tarde.
Viste de una larga y gran demente y vistosa espalda,
Que me hará
Recordar tu querido semblante,
Madrugador de la noche y del día,
Mi querido estropajo,
Ven a visitarnos, un día de estos,
Sé tú la carne,
En algún epígrafe,De un plato sin lavar.

lunes, 10 de agosto de 2009

LA PALABRA
Una sola será mi luchaY mi triunfo;

Encontrar la palabra escondida

aquella vez de nuestro pacto secretoa

pocos días de terminar la infancia.

Debes recordar dónde la guardaste

Debiste pronunciarla siquiera una vez...

Ya la habría encontrado

Pero tienes razón ese era el pacto.

Mira cómo está mi casa, desarmada.

Hoja por hoja mi casa, de pies a cabeza.

Y mi huerto, forado permanente

Y mis libros cómo mi huerto,

Hojeado hasta el deshilache

Sin dar con la palabra.Se termina la búsqueda y el tiempo.

Vencida y condenada

Por no hallar la palabra que escondiste.

sdv.

lunes, 6 de julio de 2009

in memorian...


En memoria de uno entre los grandes escritores y poetas, ROBERTO BOLAÑO.

lunes, 15 de junio de 2009

lunes, 4 de mayo de 2009

lunes, 20 de abril de 2009

jueves, 2 de abril de 2009


...los borrachines patibularios rapidamente tomaron partidopor una u otra y empezarona jalearlas con tanta energía que perdí de golpe la concentración necesaria para escribir, así que decidí esfumarme lo antes posible de aquel antro.
bolaño, detectives salvajes.

lunes, 30 de marzo de 2009

Borges.

Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899 - Ginebra, 14 de junio de 1986) fue un escritor argentino, autor de El Aleph, Ficciones, El informe de Brodie, entre otras obras. Fue poeta, traductor, profesor de literatura inglesa, cuentista, bibliotecario, ensayista, políglota, crítico literario e inspector municipal de pollos.

Un cantor: don Pablo de Rokha.


Pablo de Rokha nació en la ciudad chilena de Licantén, el 17 de octubre de 1894, con el nombre de Carlos Díaz Loyola, hijo de José Ignacio Díaz Alvarado y Laura Loyola de Toledo, siendo el mayor de 19 hermanos.
Proveniente de una familia de raíz aristocrática, dueña de tierras en la zona de
Talca y Licantén, pero encontrándose en una situación económica desmejorada, su padre debe realizar diversos trabajos, como administrador de estancias y jefe de resguardo aduanero en la cordillera. En estas condiciones, Pablo de Rokha transcurre su infancia en la hacienda Pocoa de Corinto, administrada por su padre, y acompañando a éste en sus andanzas cordilleranas.

Don Vicente Huidobro.



Don Vicente Huidobro
Que el verso sea como una llave

Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata,

Estamos en el ciclo de los nervios,
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa ¡oh, Poetas!
Hacedla florecer en el poema;

Sólo para vosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.

El poeta es un pequeño Dios.
Vicente Huidobro nació en Santiago de Chile el 10 de enero de 1893. Desde muy joven mostró una gran inquietud por la literatura y su origen acomodado le permitió, por un lado, estar en contacto con las novedades que se iban gestando en Europa, y, por otro, cultivar su afición a la literatura desde muy pronto. Inició sus estudios en el colegio que los jesuitas regentaban en su ciudad natal, pero pronto habría de abandonar voluntariamente el colegio de San Ignacio para no volver más y volcar todos sus esfuerzos en las tareas literarias: fundó revistas de poesía, organizó tertulias literarias y empezó a escribir y publicar sus primeros poemarios. Por entonces, casi un adolescente, Huidobro no había encontrado una voz poética propia, pero sus ecos lo eran de las grandes figuras poéticas de finales del siglo XIX y principios del XX: Gustavo Adolfo Bécquer, Rubén Darío, Apollinaire... De este modo, cuando en 1916 abandona por primera vez su tierra natal y emprende un peregrinaje artístico que durará años, Huidobro ya había publicado seis libros, la mayoría de ellos de poesía: Ecos del alma (1911), La gruta del silencio (1912), Canciones en la noche (1913), Las pagodas ocultas y Pasando y pasando, ambos de 1914, y, por último, Adán (1916).

martes, 10 de marzo de 2009